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La primera vez que los dos países se enfrentaron en el campo de fútbol fue durante la Copa América de 1937, cuando, en el primer partido de la copa, el 27 de diciembre de 1936, Brasil superó a Perú y ganó 3-2. Aunque hicieron un esfuerzo valiente, está claro que fueron superados y necesitaron tres sustituciones solo para mantenerse al día con los brasileños, lo que incluyó la eliminación de su delantero goleador, Alejandro Villanueva. Aunque Brasil finalmente fue derrotado por Argentina en dos partidos separados, su partido normal y la gran final, Brasil dominó la liga ese año, derrotando a casi todos los demás equipos, anotando 17 goles combinados en sus otros 4 partidos.
Sus siguientes dos enfrentamientos en la Copa América fueron más o menos iguales: Brasil obtuvo una sencilla victoria por 2-1 en 1942 y un devastador 7-1 en 1949.
Sin embargo, durante el Campeonato Panamericano de 1952, durante el décimo partido de la temporada, Perú logró empatar con Brasil. Aunque era sólo el segundo partido de la temporada de Brasil, Perú ya había jugado tres partidos, dos de los cuales fueron derrotas bastante decisivas (5-2 ante Uruguay y 3-2 ante Chile), pero parece que estaban lo suficientemente calentados y estaban capaz de enfrentarse cara a cara con el formidable equipo brasileño.
Brasil finalmente se convirtió en campeón panamericano, pero nadie más pudo evitar que Brasil anotara menos de 2 goles en un partido, y mucho menos evitar que anotaran. Es más, tanto Perú como Brasil necesitaron 2 sustituciones, lo que demuestra que claramente tenían la resistencia para seguir el ritmo del equipo que estaba superando a todos los demás equipos de la liga. Quizás simplemente estaban cansados de perder ante Brasil.
Su determinación se hizo evidente cuando, por primera vez en la historia, finalmente pudieron vencer a los brasileños. Durante la Copa América de 1953, el 19 de marzo, después de aguantar y empatar contra Paraguay y Chile, finalmente entendieron al equipo brasileño y lograron una estrecha victoria por 1-0.
Brasil ya no pudo ignorar a sus vecinos del oeste. Habían bajado de los Andes y demostraban que estaban hechos de un material más resistente de lo que todos habían supuesto.
Brasil parecía decidido a contraatacar. Y contraatacaron. Las siguientes tres veces que estos países se enfrentaron, Brasil pudo abrumar la resistencia peruana, aunque no pudo ganar tan espectacularmente como lo hizo a menudo contra otros.
Si bien hubo algunos empates entre los dos, uno durante la Copa Mundial de la FIFA de 1957 y otro durante la Copa América de 1959, Brasil le propinó a Perú una serie constante de derrotas, a menudo con 3 o 4 goles marcados contra los peruanos. El reinado de terror brasileño continuó durante más de una década.
No fue hasta la Copa América de 1975 que Perú pudo vengarse de Brasil. Esta vez fueron los brasileños los que se vieron afectados, necesitando sustituir un centrocampista y un delantero para seguir el ritmo del ataque peruano, que los atropelló y sólo un mediocampista necesitó relevo. Perú anotó 3 goles por 1 de Brasil.
Claramente, los brasileños estaban avergonzados y contraatacaron dejando fuera a Perú por 2-0 apenas cinco días después. Eso no impidió que Perú dejara atrás a Brasil en las Semifinales y se enfrentara a Colombia en tres partidos en la Final.
A partir de ese momento, Perú se acercó cada vez más en habilidad a Brasil, pero nunca pareció poder superar al legendario equipo brasileño y su propensión natural al fútbol. Aunque regularmente empatan contra los gigantes del fútbol, su historial aún se mantiene en 33 derrotas, 9 empates y 4 victorias contra Brasil.
La victoria más reciente de Perú contra Brasil fue el 12 de junio, durante la Copa América 2016, cuando Perú logró sacar de la carrera a la selección brasileña con una victoria de 1-0. Fue una sorpresa impactante, pero muy polémica, ya que muchos brasileños afirman que el gol de la victoria, marcado por Raúl Ruidaz en el minuto 75 del partido, debería haber sido invalidado por una infracción con la mano.
Si miras las imágenes, no está muy claro, y dado que la mayoría de las ligas de fútbol no utilizan la repetición instantánea ni otras formas de verificación por video para verificar la validez de las llamadas de los árbitros (o la falta de ellas), los árbitros consideraron válido el gol.
Cuando lo ves por primera vez, parece como si la pelota rebotara en su pecho cerca de su codo. Pero como los peruanos todavía están celebrando el gol, se puede ver al portero brasileño señalando que Ruidiaz marcó el gol con una mano. Durante varios minutos, se puede ver a ambos equipos suplicando a los árbitros, explicando por qué el gol debería ser válido o inválido.
Desafortunadamente para los árbitros, tienen que tomar sus decisiones basándose en lo que vieron con sus propios ojos, pero incluso si se les permitiera ver imágenes en primer plano de las cámaras alrededor de la portería, todavía no está del todo claro. Cuando los comentaristas muestran la repetición real, desde múltiples ángulos, todavía es difícil saberlo. El desenfoque del video, el ángulo en el que la pelota golpea al jugador, se podría argumentar que golpeó su antebrazo o que rebotó en su muslo y estómago.
En cualquier caso, se tomó la decisión y el gol fue declarado válido, dejando a Brasil fuera de la carrera por la Copa América y asegurando a Perú su clasificación a los cuartos de final. Por supuesto, Brasil se aseguró de compensarles por esa derrota desmoralizadora durante los siguientes años, venciéndolos contundentemente en sus siguientes tres enfrentamientos, pero eso no cambia el hecho de que Perú, como lo ha hecho en otras ocasiones, pudo enfrentarse cara a cara con Brasil y ofrecer una actuación inesperada e impresionante.
Aunque esporádica, la rivalidad entre Perú y Brasil es larga e histórica, una historia continua del Perú tipo David contra el Goliat del fútbol que es Brasil. Sólo nos queda esperar que mantengan su silenciosa rivalidad en los próximos años.